jueves, 15 de marzo de 2012

CRÓNICA INTERESANTE DE UN AMIGO


NUEVE MESES Y UN POCO MAS

Dicen que la vida es un misterio,  que las cosas que nos suceden día a día son inexplicables, pero que desde que nacemos Dios ya tiene un propósito con cada uno de nosotros y que sabe como, cuando, donde y en que momento estas cosas pasaran.
Mi vida siempre ha sido alegre, siempre he estado rodeado de mi familia, mis amigos y de muchas personas que de una forma u otra siempre me han brindado su afecto; una de esas personas la conocí hace poco mas de un año, su nombre era Lina, una niña de escasos 15 años, la cual estudiaba en el mismo colegio que yo y  sin saberlo ni planearlo le iba a dar un giro inesperado a mi vida.
Aquella niña, con el paso del tiempo fue ganándose mi respeto y cariño y de una forma insólita lentamente empecé a sentir sentimientos mucho más profundos por ella, en esos  momentos no sabia porque con solo una sonrisa, con solo una mirada o con solo escuchar su voz todo mi cuerpo y mi ser se estremecía.
Día y noche lo meditaba y ninguna respuesta hallaba, y solo le pedía a Dios que me iluminara para descubrir que pasaba en mi mente y corazón. La respuesta de Dios no tardo mucho, ya que a los pocos días aquella niña se me acerco y con mirada tímida y voz temblante me dijo lo que sentía por mí; extrañamente eran los mismos sentimientos que yo tenia hacia ella y ahí comprendí que estaba enamorándome profundamente de ella y lo mejor era que el sentimiento fue mutuo.
La alegría invadió mi corazón, con besos y abrazos sellamos ese momento ya que a partir de ese instante empezaríamos juntos una relación casi perfecta con las familias; nos querían, nos cuidaban y sobre todo siempre nos apoyaban y aconsejaban.
 Nuestra relación era maravillosa nos queríamos y nos entendíamos a la perfección; éramos como el complemento del otro y cuando no estábamos cerca nos sentíamos vacíos.  Un pequeño lema que teníamos era que antes de vernos como una pareja siempre nos viésemos como amigos, ya que para nosotros lo más importante siempre era la confianza y la sinceridad.
Llevábamos cinco meses de novios, durante este tiempo el amor de nuestros corazones cada vez era más grande, las emociones y sentimientos día tras día crecían más, sentía que ella era el amor de mi vida, la personita con la cual quería estar siempre y pensaba que nada ni nadie me alejarían de ella.
Muchas veces entre tanta cosas que conversábamos teníamos planeado que a futuro formaríamos una familia, que tendríamos un bebe y que le daríamos todo de nosotros para que él fuese un chico de bien y productivo para la sociedad.
Por ese mismo tiempo decidimos irnos a pasear, nos fuimos a unas cabañas en San Antonio de Pereira, un pueblo continuo a Rionegro. el lugar era muy lindo, el paisaje también; pero lo mas hermoso fue que en aquel lugar se consumo la fiebre de nuestro amor y así empezar una nueva etapa de nuestra relación.
Todo ese momento fue hermoso, solo el lugar y nosotros fuimos testigos de lo que sucedió. Al volver a Medellín las cosas siguieron mejorando, el apego entre nosotros era aun mayor y claro, era lógico, después de la experiencia tan linda que tuvimos en aquel lugar.
Un mes después, Lina muy asustada me llamó, me pidió que fuera hasta su casa y que habláramos; en ese momento solo pensé ¿será que desea terminar? ¿Qué hice de malo? o ¿le abra pasado algo a ella?  Baje rápidamente hasta su casa y después de recordar viejos momentos me dijo que estaba en embarazo.
Por un momento se me bajo todo, el solo escuchar esa palabra “embarazo” sinónimo de “bebe” asusta.  Yo no sabia si llorar de alegría o preocupación, si abrazarla o irme y pensar las cosas; pero en tan solo segundos Dios cambio mi temor y me dio confianza y de mi boca solo salieron estas palabras: “Tranquila, que aquí estaré yo”, con solo mencionar esas palabras ella empezó a llorar; yo la abrazaba con fuerza pero ella no se podía contener, pensaba que yo la abandonaría,  la dejaría en ese estado y frente a tal responsabilidad.
El primer paso ya lo habíamos dado, el aceptar a nuestro bebe; ahora seguía el segundo, afrontar tal situación ante nuestras familias  y la sociedad, con mucho miedo pero valentía, decidimos invitar a nuestras familias a comer y después de esto  reunirlos todos en un mismo lugar. Varios días antes yo solo pensaba mi discurso, pero lo único en lo que podía pensar era en simples preguntas: “¿Que les digo?”, “¿Como se los digo?”, “¿Nos apoyaran?”, “¿Que tanto los abre decepcionado?” y muchas preguntas mas. Al momento de la verdad aunque sabia que decir no sabia como empezar, estaba frio, mi corazón palpitaba fuertemente, Lina se acerco a mi, y apretando mi mano y abrazándome por la cintura, me dio el valor que me hacia falta y la larga conversación empezó. 
La mirada sorpresiva de nuestros padres y hermanos lo decían todo ellos nunca se esperaban un momento como ese;  termine de hablar y un profundo silencio invadió la habitación, ninguno como que entendía lo que pasaba o tal vez no lo asimilaban, parecían mas asustados que nosotros y aunque esperábamos regaños y palabras de desprecio, paso todo lo contrario.
Nos dijeron que muchas cosas cambiarían y claro era lógico nosotros ya lo sabíamos, que a pesar de todo y que aunque estábamos muy jóvenes Lina y yo les habíamos siempre demostrado que éramos una pareja ideal, siempre les habíamos mostrado hasta donde queríamos llegar y que lo nuestro no era un simple noviazgo sino que era una relación muy seria.
Un bebe nunca estuvo en los planes de ellos, aunque en los nuestros si y ellos lo sabían, pero en la vida no es lo que uno quiere sino lo que le toca y aunque no estaban cómodos con esta situación la aceptaron y estaban mucho mas emocionados que nosotros.
Aunque teníamos lo mas importante, nuestro mutuo apoyo y el de nuestras familias, la sociedad nos hacia daño, nos miraban mal, nos criticaban, nos señalaban y personas que pensábamos que estarían con nosotros nos dieron la espalda.
Pero con el viento en nuestra contra, siempre seguimos adelante.
 El primer control fue demasiado gracioso, ya que yo muy ilusionado vería a mi bebe, pero para sorpresa mía lo único que pude observar en la imagen era una pequeña semillita la cual se le iría transformando durante nueve meses para crear un lindo bebe.
Con mucha ansiedad y con deseos que el tiempo pasara rápido, empezamos a comprar cositas para el bebe, la cuna, las pañaleras, el cochecito,  y sin saber aun el sexo y deseando siempre un varón decidimos comprarle ropita.
También empezamos a ir a centros de estimulación prenatal, era demasiado gracioso también las cosas que nos ponían a hacer, pero todo lo hacíamos con el fin de que el bebe naciera bien y todos los estímulos le sirviesen.
A los cuatro meses y después de varios controles, el médico nos dio una gran noticia, ya sabia de que sexo era nuestro bebe y para nuestra sorpresa Dios nos regalo lo que tanto queríamos un varón.
La emoción nos seguía invadiendo y la tarea ahora era encontrar su nombre, listas y listas sacamos, a muchos les preguntamos, pero pocas opciones quedaron; finalmente lo encontramos,  uno nombre que nos gustase  y ese nombre fue Emmanuel y desde ese día así lo llamaríamos.
Fuimos juntos a muchos lugares, nos divertimos mucho y siempre le recordábamos que lo amábamos, que seria nuestra razón de ser y que con el apoyo de todos lo sacaríamos adelante; todo parecía hermoso, aunque al sexto mes empezaron los problemas entre Lina y yo; ya por todo discutíamos, parecía que no nos queríamos y fue allí donde dejamos nuestra relación.
Mi corazón se sentía triste y vacio, al saber que esa persona especial que siempre anhele, se encontraba lejos de mi, y aunque la relación de ella y yo estuviese mal, esto no era impedimento para seguir velando por la vida de mi bebe y de la misma forma transcurrieron los siguientes meses.
En ese tiempo entre a la universidad, una nueva etapa de mi vida se estaba desarrollando, a la cual tenia  que hacerle frente y responder con responsabilidad; siempre tuve una imagen contraria de la U.P.B, pensé que solo habían personas creídas y humillativas pero muy pronto me toco tragarme mis palabras; ya que conocí a un grupo de personas muy cariñosas y especiales que aunque se conocían entre ellas, poquito a poco me dieron la oportunidad de integrarme a su grupo.
Ninguno de ellos sabia lo de mi bebe, aunque un día, todo lo que trataba de esconder por un nuevo rechazo de la sociedad salió a flote, y para nuevamente sorpresa mía, el apoyo y la aceptación de estas personas fue muy valioso.
Día tras día me preguntaban por Lina y el bebe y aunque no lo demostraba con palabras eso me hacia sentir muy bien, todas estas personitas siempre me preguntaban porque había terminado con Lina o porque no volvía con ella; y sin planearlo y de forma inconsciente estas preguntas fueron dando vueltas en mi cabeza, aunque la verdad no les hacia mucho caso.
En uno de los últimos controles, el doctor nos dijo que Emmanuel estaba creciendo mucho y que tan pronto empezaran los dolores o contracciones era mejor por seguridad de él y Lina  practicar una cesárea; la noticia nos asusto mucho, pero aunque no seria yo el que iba a tenerlo, siempre le di muchos ánimos y fuerzas a Lina para enfrentar tal momento.
A la otra semana nuevamente en el control, el doctor dijo que la llegada del bebe estaba muy próxima, que se atrevía a decir que para esa semana llegaría, entonces que estuviésemos listos para tal momento; Desde entonces los nervios me empezaron, iba a estudiar pero no me concentraba, parecía serio, pero estaba pensativo, por mi mente pasaban muchas cosas y aunque nuevamente sentí mucho temor, también tenia deseos que Emmanuel llegara . 
Un día, antes de partir hacia la universidad, decidí bajarle un Cd a Lina, con una canción muy hermosa que deseaba dedicarle a Emmanuel, Lina como con cara de malestar pero con una gran  sonrisa me lo recibió y de un tierno y caluroso abrazo nos despedimos. Ese abrazo, hizo encender nuevamente las cenizas de amor que habían en mi interior y otra vez en ese momento estaba dispuesto a luchar por ella y mi bebe.
Llegue a la universidad, compartí con mis compañeros y antes de empezar la noche ya estaba de vuelta en casa; una hora mas tarde el teléfono sonó, era la madre de Lina avisándome que Emmanuel posiblemente nacería; mi corazón se acelero y lo único que pedía era que ellos estuviesen bien.
Di la gran noticia en casa, me cambie y salí directamente hacia el hospital; allí las horas pasaban lentamente, Lina estaba asustada, tenia ganas de llorar y no comprendía si era de miedo o felicidad, y aunque en ese momento no éramos nada,  siempre estuve a su lado como si aun lo fuéramos.
Faltando cincuenta minutos para que acabase el día, empezaron los preparativos en la sala de partos, ya el momento esperado solo estaba a minutos de suceder, la tensión en el ambiente se hizo mas grande, yo empecé a temblar; Lina ya estaba en el quirófano, solo faltaba yo, mientras me cambiaba y me vestía con la ropa adecuada pensaba en muchas cosas y lo único que deseaba y le pedía a Dios era que cuidase de la vida de esas dos personitas tan especiales que se encontraban allí dentro.
En un abrir y cerrar de ojos y con la mano de Lina junto a la mía, escuchamos una dulce melodía que por mucho tiempo iríamos a escuchar; era la voz de Emmanuel,  la emoción me invadió, y en cuanto me pidieron que cortara el cordón umbilical que lo única con su madre todo nuevamente me tembló.
Después de unos minutos que lo revisaron, lo pesaron y lo limpiaron, lo entregaron en brazos de Lina, ella lo abrazo, lo miro y me miro y en tan solo segundos me lo entrego; en cuanto lo cargue, lo sentí y lo mire, me sentía tan frágil como el, tan tierno y tan pequeño; y cerrando mis ojos y dándole gracias a Dios, por mis mejillas empezaron a recorrer lagrimas de alegría y sentimientos que con palabras son imposibles de explicar, estaba anonadado que aquel momento tan esperado ya fuera realidad y sobre todo le agradecía a Dios por que todos estuviéramos bien.
Lina tuvo que quedarse dos días en el hospital, toda la familia estaba contenta y dichosa, todos querían cargarlo, mirarlo y abrazarlo y de mi ni que se puede decir, me tenia loco, fascinado  y obsesionado por pasar cada momento con él…
Hace muy poco Lina y yo volvimos, estamos felices y no nos cambiamos por nadie, las cosas son mejores que antes y creo que mi circulo de amor nuevamente se completo.
De Emmanuel que puedo decir, es un niño muy hermoso el cual gracias a Dios nació en un buen hogar; actualmente tiene 20 días de nacido y desde aquel día me siento un gran papá, y aunque esto apenas comienza se  que con el apoyo de todos saldremos adelante.

1 comentario:

  1. Una crónica muy detallada de lo que fue el proceso de noviazgo entre los dos personajes. los aciertos y vicisitudes que tuvieron y la moraleja que deja es que el amor verdadero puede vencer las mas adversas circunstancias.

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